BARDO!

me sorprendio gratamente la pizza y la variedad de buenos vinos

Nos sentamos a esperar que nos atiendan, no había música, ni ruidos el ambiente todo era sombrío y tétrico. Al lado de la habitacion en la que estabamos habia un hombre mayor en una mesa larga tomando soda, como que nada que ver.... De repente del piso de arriba se escucha un chillido de perro como si lo estuvieran dañando. Como nadie nunca vino a atendernos nos fuimos del lugar. Le falta mucho cariño a todo

naci por mi vieja y voy a morir por los vinitos y la pizza de Bardo, todo RIQUISIMO, Lauro un pisciano amoroso y la comida estaba tan rica que me pedi una pizza mas para llevar

Lugo la zapi, lujo el totin casero, coronado por la atención de les pibis de BARDO! (Aptoqueer)

Más que un lugar para solo comer...un concepto hermoso.